La Cofradía Santo Sepulcro-Esperanza de la Vida ha tenido, desde su fundación, el proyecto, largamente anhelado, de la posesión de una imagen de María, para incorporar, cuando las circunstancias lo aconsejen, a su procesión "Camino de la Luz".
El deseo fue tomando cuerpo desde la primavera del año dos mil doce, con la constitución de una comisión de hermanos que, en unión a la Junta de Gobierno de la Cofradía, definio las características principales de la imagen a realizar.
La imagen representa a la Santísima Virgen, en el momento en el que la Madre de Dios es consciente de que su Hijo Jesús no es un mortal como los demás, sino que va a resucitar. Para ello, el rostro muestra el instante en el que el dolor ha terminado y deja entrever un halo de esperanza, que se refleja en sus ojos soliviantados y su boca entreabierta. Sus rasgos son los propios de una mujer que ha perdido a su Hijo de manera traumática y muy dolorosa, pero también refleja la serenidad de quien tiene la confianza plena de que el sufrimiento padecido no ha sido el final del camino, sino que después de las penas soportadas, Su Hijo ha resucitado. La simbología cristiana se percibe en el acto de retirarse el puñal de Su pecho. Toda la composición participa de un ligero movimiento de avance que acompaña a Su rostro anhelante y a la intención de adelantarse hacia Su Hijo y gozar del momento de la Resurrección. La disposición del manto crea una marcada diagonal en la composición de la talla, que acentúa el movimiento descrito anteriormente, y que se refuerza con el gesto de Su mano derecha hacia detrás.
El proceso ha contado con la autorización de los hermanos en Asamblea General, el asesoramiento de varios expertos y la preceptiva autorización Episcopal, unidos al trabajo de los escultores y de los hermanos que han realizado el seguimiento de la obra.
La obra esta realizada por los imagineros Ana Rey y Ángel Pantoja y se completa con una diadema elaborada por "Orfebrería Castilleja" de Sevilla y con una daga que porta en su mano la Virgen, realizada por "Rovina Joyeros" de nuestra ciudad.
El novedoso diseño de la daga, realizado por el Hno. Manuel Jáñez Gallego, muestra como del filo del dolor surge la vida nueva en forma de pequeñas rosas engarzadas en su empuñadura.
Descubre aquí todos los detalles de la talla de Nuestra Señora de la Luz.