Los hermanos que procesionan van uniformados con dos colores que plasman una dualidad.
El negro representa el luto y la muerte.
El blanco transmite la esperanza de la vida eterna.
Así a la túnica negra tradicional ceñida con cíngulo blanco se unen guantes y capillo alto (capirote) blanco con babero y cola hasta la rodilla, particularidad que distingue este capillo del resto de los existentes en la ciudad. Y en el centro del babero, en rojo de sangre, emblema, como centrando la mirada en el corazón del papón que lo viste.
Y con cierto aire caballeresco una capa blanca completa el ropaje de los miembros de la Junta de Gobierno.
Cruz del Santo Sepulcro utilizada en el antiguo Reino de León (presente en los templos de la ciudad de León), en color rojo sobre campo blanco circunscrita en un aro del mismo color que la cruz.
Nuevamente la historia es protagonista de este capítulo porque hubo un tiempo en el que las Ordenes de Caballería del Santo Sepulcro y San Juan de Jerusalén estuvieron fusionadas, con lo que en nuestra ciudad las cruces de la Orden del Santo Sepulcro fueron sustituidas por la cruz de la Orden de S. Juan o de Malta. Un hecho similar ocurrió en la ciudad de Toro, sede del Comendador Mayor de la Orden del Santo Sepulcro del capítulo de León, Castilla y Extremadura, donde la Iglesia del Santo Sepulcro exhibe encima de sus puertas la cruz de San Juan circunscrita en un medallón